Preparar el acto de graduación de
infantil lleva consigo una gran fiesta de emociones, es saber que termina para
los peques una etapa muy importante donde cada uno de ellos ha crecido no sólo
en estatura, sino en conocimientos y más allá de ello en valores.Para mi, es revivir momentos de ese cuaderno en blanco que cada curso inicio con mucho cariño y que ahora está completo de recuerdos, dificultades, alegrías y anécdotas que quedará guardado en mi corazón.
Una vez preparado el acto
recibimos a los peques con el Himno de Gaudeamus Infantil, el cual con sus
voces entonaban completamente felices y sus miradas posadas en la presentación
reflejaban en cada uno de sus rostros gran emoción.
Es un día para ofrecer palabras
que se convierten en acciones de gracias, recordatorios y motivación, lo cual
lleva a cada uno de nuestros peques a prestar mucha atención. Han terminado este curso con su
graduación lo que a ellos les hace sentir mayores, culminando la etapa de
educación infantil en ese lugar que sin duda los ha hecho felices.
Gracias queridos padres por
confiarnos la educación de vuestros hijos, por desprenderse de ellos cada mañana con
la confianza de que están en las mejores manos, sólo con vosotros es posible ver
hoy a nuestros peques terminar esta maravillosa etapa, la cual sin duda
afrontarán con gran ilusión, ya que han crecido un montón y se irán sabiendo que
en infantil tendrán su casa donde serán recibidos siempre.
Verlos leer con soltura sus
palabras de graduación, sin nervios y seguros, sin duda es motivo de orgullo, pues han logrado hacer de su aprendizaje un juego apasionante donde
las letras, números y colores, abrían ante sus ojos nuevas puertas, las
cuales hoy les llevan a lograr juntos esta meta.
Un día digno de recordar, es por
ello que su diploma cada uno de ellos ha de llevar, junto con un detalle que no
podía faltar y sus rostros llenos de felicidad, así este día siempre van a
recordar.
Después de un acto tan bonito las
barriguitas había que llenar. Unos
churros en compañía de nuestros compañeros les sirvió para desayunar.
Este acto había que despedirlo a
lo grande, por ello nuestros peques han jugado la silla y no había quien los parase,
entre canciones y sillas en el aula de infantil solo se veían sonreír. Es un
orgullo lograr que ellos se sientan así, dado que es el objetivo que queremos
conseguir, formando personitas que siempre sean felices.
Escuchar estas palabras tan espontáneas y sinceras al final del día, deja en evidencia la formación
en valores, donde como dice Daniela dirigiéndose a sus compañeros que han perdido, lo importante es que han pasado un día increíble, con esas
palabras resumimos este día guardándolo en el corazón como uno de los
mejores.
Gracias por el regalo, aunque
el más grande de todos es haber confiado en nuestro colegio la primera etapa de formación
de vuestros hijos, la cual me siento orgullosa de haber acompañado y que para mi ha
sido un gran regalo.
La foto del grupo refleja lo que cada uno de ellos es, sus miradas, sus gestos y su ternura harán que su seño los recuerde siempre sin duda.
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