Valores que construyen

 

A nuestro cole han llegado las reliquias de San Juan Pablo II y no podíamos dejar pasar esta oportunidad de ir a la capilla a visitarlas con los peques  y dar a conocer más de cerca su vida y como desde pequeñas vivencias llegó a la santidad.





Estando allí comenzamos a rezar y los peques no dejaban de admirar, aquellas reliquias que nos vinieron a visitar, con un rostro tan bonito y una sonrisa que reflejaba paz, cada uno de nuestros niños siempre lo va a recordar.



Los valores se convierten en dones regalados y es lo que nuestros niños aprenden a diario, poniéndolos en práctica como lo hacia este Santo,  es de esta manera como se quiere lograr que nuestros peques construyan una nueva sociedad, donde reine la esperanza de un mundo mejor, siendo ellos los protagonistas poniendo en práctica el amor.


Nuestros peques se convertirán en esos nuevos arquitectos, que con los valores aprendidos construirán sus propios sueños. En compañía de sus padres, amigos y su seño esto será un gran proyecto, que con gran cariño ha iniciado en las aulas de su colegio.





Flores a María

 

Como cada año los peques han dado un lugar especial a María dentro de la clase, siendo la invitada de honor y a la que acuden para adornarla con flores que representan los valores que definen la figura de María como la madre llena de ternura.


El mes de mayo es el mes de las flores más bellas, es por ello que cada día nuestros peques traen flores frescas del campo, las cuales resaltan a María como la flor que tiene más encanto.








Ofrendar a María los alimentos es algo que  se ha convertido en una tradición, que sin duda va engrandeciendo el corazón, pues los peques no solo ofrecen los alimentos también ofrecen valores que se reflejan en sus rostros, alegría, ternura, solidaridad es lo que los llena de felicidad, pues el poder ayudar los hace entender el significado de amar.










 Y para finalizar los peques a María en la capilla han ido a visitar, llenándola de flores hermosas, piropos y cantos que hacen que cada uno de ellos exprese su cariño y admiración, dejándole a María un lugar especial en su corazón.



 Nuestro colegio es el lugar donde cada uno de los peques va dando sus primeros pasos en la educación, y que alegría que María sea quien los vaya guiando en su caminar bajo su Patrocinio y amor, pues en cada ofrenda de flores María es quien los acoge con sus diferentes rostros, diferentes sueños, metas e ilusiones que van entregando con sus flores.










Que sea Nuestra Madre del Patrocinio quien nos guíe siempre, para que a través de nuestra solidaridad ella pueda llenar con su amor a cada hogar. 




¡Gracias por acompañarnos en esta jornada cada año!